Xapuri, una pequeña localidad en la Amazonía brasileña, fue el escenario donde nació en 1944 uno de los más grandes defensores de la selva: Francisco Alves Mendes Filho, mejor conocido como Chico Mendes. Desde pequeño, trabajó en la extracción de caucho, aprendiendo de su padre la importancia de vivir en armonía con la naturaleza. Sus inicios como defensor de la selva fueron una respuesta a la ambición desmedida de los terratenientes, que querían expandir su riqueza y territorios para extraer más caucho.
Creció con las limitaciones «naturales» en aquella selva y época: analfabetismo, carencias económicas. A los 11 años ya trabajaba, pero no aprendió a leer y escribir hasta los 18 años, gracias al apoyo de Fernando Távora, comunista brasilero que hacía trabajo social en la selva y se topó con aquel muchacho, llegando a ser parte clave en la conciencia social que le llevó a hacer historia.
Chico Mendes: el héroe de la Amazonía que pagó con su vida por defender la selva
Chico Mendes era un seringueiro, un trabajador dedicado a la extracción del caucho, oficio que representaba prácticamente la única opción para miles de personas nacidas en aquella selva, su padre tenía 20 años en el oficio antes de que él naciera, era previsible que siguiera su camino, pero también que entendiera el valor de preservar y cuidar la selva que a ojos de los terratenientes era una mina de dinero, pero para los ojos de los trabajadores era su hogar.
Chico Mendes un líder integrador
Con la fuerza y convicción que le dio aquella causa que unía los intereses de todos, en los años 70 Chico Mendes se levantó como sindicalista, impulsando la creación de la Central Única de Trabajadores. Es importante entender el valor y los riesgos de ser promotor en la creación de la primera fuerza sindicalista, en un territorio donde desde décadas atrás los terratenientes estaban acostumbrados a hacerse ricos sin ningún tipo de control, leyes o normas que limitaran su accionar. Desde el comienzo su labor le trajo roces y problemas con los terratenientes.
En 1980, Mendes fue uno de los pioneros que impulsó la creación del Partido de los Trabajadores, impulsando en los mismos años la creación del Consejo Nacional de Seringueiros, el valor de su lucha fue de la mano de su convicción y decisión por ir hasta el fondo, creando herramientas, organizando y formando a trabajadores en todo Brasil para que supieran defender sus derechos.
Su capacidad de integración y la nobleza de su causa, contribuyó a que por vez primera en el país, se unieran en un mismo movimiento, campesinos, ecologistas, comunidades indígenas, trabajadores y políticos, porque realmente confluían intereses, empezando por la defensa de la Amazonía, pero también hacer frente a aquellos terratenientes que, desde el espectro político, representaban al capitalismo depredador, para los ecologistas siempre ha sido la causa madre, defender la madre tierra, todos entendían el valor de unirse a Chico Mendes.
Además del valor intrínseco de la causa, había una especie de conciencia colectiva, tanto en los elementos que formaron parte de aquella coalición de organización como de los documentalistas y organizaciones que pronto empezaron a apoyarlos: Era necesario hacer ruido, mucho, mostrar aquella causa, proyectarla al mundo, como único escudo efectivo para proteger la vida de Chico Mendes. Eran conocidos los riesgos de enfrentar a aquellas fuerzas que vivían de explotar a los trabajadores… pero no fue suficiente para evitar la fatalidad.
Acciones destacadas de Chico Mendes
Su legado está vinculado a distintas dimensiones de acción social, por un lado, el haber sido analfabeto hasta los 18 años y apreciar el valor de la luz de la alfabetización, llevó a Chico Mendes a dirigir campañas de alfabetización para todos los trabajadores, logrando objetivos que hicieron que más organizaciones e instituciones acompañaran su lucha, o cuando menos lo respetaran.
Mendes enfrentó un proyecto de carretera transamazónica, presentando como un gran avance moderno con el lema: «Una tierra sin hombres para los hombres sin tierra». Pero la realidad era distinta, no era una tierra sin hombres, aquella carretera de 5000 kilómetros era el hogar de docenas de pueblos nativos, colectividades que habitan en las orillas de lagos y ríos en palafitos así como los serengueiros, la colectividad a la que pertenecía Francisco Mendes y que se consideraban también guardianes de la selva.
Sus acciones fueron más allá de simplemente oponerse en Brasil, el proyecto de la carretera seguía en pie para 1987, cuando gracias a todos los contactos que había logrado por su trayectoria, el activista se entrevistó con representantes del Banco Interamericano de Desarrollo e incluso con senadores estadounidenses, logrando frenar el financiamiento para aquel proyecto.
La luz que llevaba a los miles de campesinos que alfabetizaron no era solo la de la lectura, también les explicaba el valor de proteger y defender su tierra de terratenientes a quienes solo les importaba ganar más dinero, podían trasladarse a otra área en un par de años y dejar tierras destruidas sin ningún remordimiento, pero para ellos era vital defender su hogar. Era la luz de la conciencia social, lo que fortaleció aún más su lucha en colectivo.
Entre los documentales más conocidos sobre la lucha en defensa del medio ambiente, se encuentra «La Década de la Destrucción», del documentalista Adrian Cowell, una seria que en varios capítulos mostraba la destrucción gradual del Amazonas a manos de terratenientes, mostrando datos científicos que comprobaban la pérdida de la biodiversidad biológica en su entorno natural.
El proyecto de reservas extractivas en la amazonía
El activismo de Mendes no era una negación a la explotación de los recursos por completo, estratégicamente, supo diseñar y presentar un proyecto que a día de hoy se mantiene (aunque también sigue habiendo quien viola los acuerdos y destruye la selva). Propuso tomar grandes extensiones de tierra y crear reservas extractivas, espacios donde se podían explotar recursos sin destruir la selva, ya que se trataba de una especie de cultivo del caucho, donde los árboles son explotados por docenas de años, sustituyéndolos por nuevas plantaciones que garantizan la supervivencia de la selva.
Junto a estas medidas, estos territorios se mantendrían libres de proyectos agrícolas gigantes, que utilizaban maquinarias y requerían destruir por completo zonas selváticas. Las grandes madereras y proyectos de plantas hidroeléctricas tampoco se pueden desarrollar en estas zonas. La protección ambiental, la lucha social, el trabajo, todo quedó garantizado con un proyecto integral perfecto, pero no todos quedaron satisfechos.
El asesinato de Chico Mendes
Las amenazas contra Chico Mendes estaban presentes desde el momento en que organizó a los trabajadores y defendió sus derechos, protegiendo también la selva, todo ello iba contra los intereses de los poderosos terratenientes, pero tomaron un nuevo impulso desde 1987, cuando logró paralizar la gran carretera de 5000 kilómetros que ya tenía financiamiento y era casi un hecho, era dinero que ya muchos veían en sus bolsillos. El líder social sabía el peligro que corría, por eso una vez comentó:
«Si un ángel bajara del cielo y me dijera que mi muerte ayudaría a salvar la Amazonia, moriría con gusto. Pero la historia nos ha demostrado que numerosos y multitudinarios actos públicos no van a salvar la Amazonia. Por eso quiero vivir.”
Aquel 22 de diciembre de 1988, Gumercindo Rodríguez «Guma», agrónomo que acompañó a Mendes durante décadas en aquella lucha, le manifestó que había demasiado movimiento de hombres armados en las cercanías. No había pasado una hora desde que salió de la casa de Chico Mendes, cuando Guma recibió la noticia de que a su amigo y compañero, lo habían asesinado de un disparo de escopeta.
La investigación inicial fue veloz y se detuvo a Darcy Alves da Silva, cuyo padre, un terrateniente de la zona, Darly Alves da Silva, figuraría como autor intelectual de este horrible crimen. Un concejal aliado lo llevó al hospital en su auto, pero fue inútil, falleció en el hospital a los minutos de ingresarlo.
Creación del Comité Chico Mendes
Para buscar la aplicación de la justicia de manera real, ya que no solo había varios pistoleros movilizados, también había autores intelectuales detrás y todo aquello parecían querer enterrarlo. Por esta razón se creó el Comité Chico Mendes, que hoy dirige la hija del activista, Ángela Mendes, quien también es activista social y defensora del medio ambiente. Hoy, a 36 años del asesinato, el ambiente de miedo e impunidad se mantiene. La selva es un mundo y hay poderos estructurados que protegen la impunidad de los grandes terratenientes, lo mismo en Colombia, Honduras o Brasil.
En el año 2023, la ONG Global Witness informó que uno de cada cinco asesinatos de activistas, defensores de la tierra, se dio en la Amazonia brasilera. Tan cerca como el año 2022, en Brasil fueron asesinados 34 activistas, incluidos Bruno Pereira, indigenista y Dom Phillips, periodista británico.
El legado de Chico Mendes vive en las reservas extractivas, un proyecto que se impulsó en varias zonas del país a partir de su muerte, como un mecanismo sostenible que garantiza el trabajo, la actividad de algunas empresas interesadas en explotar el caucho y la conservación del territorio junto a la flora y fauna local.
La defensa del legado de Chico Mendes
Su imagen y legado, sin embargo, debe ser defendido, siempre habrá fuerzas interesadas en borrar de la memoria histórica estos hechos. Durante el gobierno de Jair Bolsonaro (1 de enero de 2019 – 31 de diciembre de 2022), fue cerrada la casa de Chico Mendes en Xapuri, que funciona como un museo memorial en homenaje a su lucha. La orden de cerrar la casa, vino del gobernador del estado de Acre, Gladson de Lima Cameli amigo y compañero de partido del ex presidente Bolsonaro y reconocido amigo de los sectores poderosos en la zona.
Así mismo, fue derribada una estatua en homenaje a Chico Mendes, el poder político nacional y regional de los aliados de los terratenientes contra cuya acción combatió el líder social, parecía haber decidido borrar su memoria, pero en el año 2023, la estatua fue repuesta y la casa memorial en Xapuri fue reabierta.
¿Qué ha pasado con los asesinos de Chico Mendes?
Darcy y Darly Alves, únicos condenados por la muerte, pagaron solo 6 años de los 19 que les correspondía en la condena. Recientemente, durante el mandato de Bolsonaro, el pastor Daniel Dorzila de Oliveira era postulado a una municipalidad en el estado de Acre por el partido del ex presidente Jair Bolsonaro. Pronto, la foto fue reconocida y de inmediato salieron denuncias en los medios, el candidato era el mismo asesino material de Chico Mendes, Darcy Alves, quien apenas se cambió el nombre al salir de cárcel y luego fundó una iglesia. El partido de Bolsonaro se vio obligado a expulsarlo, argumentando que «no sabían que se trataba de la misma persona que asesinó al activista».
Los Alves tenían una fama de sicarios y criminales en el territorio, son muchas las causas abiertas en su contra, desde los tiempos de Sebastiao Alves, padre de Darly Alves y abuelo de Darcy, el asesino material. En 1958, Sebastiao, junto a Darly y dos de sus hermanos asesinaron a tiros a un trabajador y su hijo en el interior de Minas Gerais. El Ministerio Público de Brasil los empezó a investigar y huyeron a Paraná.
En Paraná, un sicario mató en 1969 a Ángelo Urizzi, un comerciante local con quien Darly Alves tenía un problema fuerte por tierras que le quería robar. En 1973, el hijo del comerciante asesinado, también fue ultimado a tiros. Un año después, Darly huyó a Acre, donde se establecieron hasta el día de hoy. En 1994, fue condenado por el asesinato del hijo del comerciante, Acir Urizzi, pero nunca lo condenaron por la muerte de Ángelo Urizzi.
Dado todo este historial, y las causas que se han levantado sin prosperar contra Darly y Darcy (como el asesinato de dos ciudadanos bolivianos en la zona), se hace bastante extraño que a los 6 años del asesinato de Chico Mendes ambos estén libres. A menos que se entienda que las estructuras de poder no son solo siglas de partidos, sino relaciones, que permiten capacidad de maniobra entre instituciones para los más poderosos.
¿Por qué es tan importante la memoria histórica?
Chico Mendes denunció con firmeza el peligro que su vida corría a manos de los Alves, en varios medios aparecieron sus declaraciones al respecto, incluso en el momento de su muerte, se recordaron sus palabras:

Aún con estas declaraciones, el asesino estaba libre en seis años y fue gracias a la memoria histórica del pueblo, a la fuerza de las manifestaciones y el río que se venía por aquella burla, que el ex presidente Bolsonaro se vio obligado a expulsarlo de sus filas. El público podría ser ingenuo a elección y creer Bolsonaro no sabía que su candidato era uno de los asesinos de aquella familia con tanto poder y relaciones, en un estado que Bolsonaro tenía asegurado, con un gobernador que en el 2022 fue reelecto, el mismo gobernador que cerró la casa de Chico Mendes y bajo cuyo mandato directo se derribó su estatua. Sí, se puede elegir la ingenuidad pero sigue siendo importante la memoria histórica.
Es la memoria histórica, la mejor arma que tienen los pueblos, para evitar que algo así vuelva a ocurrir:
Y para honrar al hombre que la selva amazónica lloró, como dice Maná en su canción «Cuando los Ángeles lloran», dedicada a la memoria y lucha de Chico Mendes:
A Chico Méndez lo mataronEra un defensor y un ángel De toda la AmazoniaEl murió a sangre fríaLo sabía Collor de Melo Y también la policíaCuando los ángeles lloranLluvia cae sobre la aldea Lluvia sobre el campanario Pues alguien murióUn ángel cayóUn ángel murió Un ángel se fue Y no volveráCuando el asesino huíaChico Méndez se moría La selva se ahogaba en llanto
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