La ventana de Overton es una teoría que describe el rango de ideas que el público puede tolerar sin grandes traumas. En cualquier momento dado, hay ciertas ideas que se consideran aceptables, otras que se consideran radicales y otras que se consideran impensables. La ventana de Overton puede cambiar con el tiempo, a medida que la sociedad evoluciona o cuando líderes con capacidad de influir en sectores amplios de la sociedad logra mover los límites de esta ventana.
Elon Musk y la Ventana de Overton
Esta teoría fue desarrollada por el politólogo estadounidense Joseph P. Overton (1960 – 2003) y es un concepto vinculado a la comunicación política. Fue a partir de la muerte de Overton (2003) cuando se reconoció formalmente como una teoría con el nombre de «Ventana de Overton».
El punto clave en cuanto a la acción de Elon Musk con el saludo nazi, tiene que ver con un objetivo que Overton dejó claro al trabajar en su teoría:
«Su objetivo era ilustrar que, al cambiar lo que resulta aceptable para una sociedad, puede modificarse la política sobre un asunto.»
Elon Musk constantemente ha ampliado la ventana de Overton sobre el tema del nazifascismo. Lo hizo con el saludo, pero también intentando impulsar al partido más pronazi de Alemania. Es un intento abierto de hacerlo más aceptable para la sociedad, como paso previo para el avance en espacios de poder, como paso previo a la modificación de políticas y acciones en el tema.
Una manera de entenderlo con más claridad es pensar en que las ideas inaceptables para el público, también lo suelen ser para los políticos. Luego, las ideas aceptables para el público, tienen el camino despejado para incluirlas en programas políticos.
La Ventana de Overton en otras áreas
El tema de los viajes interplanetarios es otra de las áreas donde vemos como Musk intenta mover la Ventana de Overton con un fin claro: Su dinero le puede servir para planificar un viaje, hacer alguna prueba, pero no para financiar todo lo que se requiere para pensar siquiera en colonizar Marte. Para lograr esto, ha enmarcado la colonización de Marte como una forma de asegurar la supervivencia de la humanidad, en lugar de como una búsqueda egoísta de gloria y alguna ganancia, pero siempre a partir de alguna inversión pública o de inversores, movidos por la «necesidad» de preparar un nuevo planeta.
Independientemente del impacto final de Musk, está claro que está desempeñando un papel en la configuración del discurso público y seguirá intentando mover los límites, ampliar la ventana. A medida que siga promoviendo ideas radicales, será interesante (también peligroso) ver cómo responde la sociedad.
Musk intenta ser una figura disruptiva que moldea, da forma al futuro y sea que nos agrade o no, en el mundo actual no se requiere ser un genio para ello; hay que tener poder, proyección y apoyo, todo esto por ahora parece tenerlo Musk.
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